Por: Julio Aviles
El arte y la poesía se crean y se muestran de diferentes maneras. El pintor crea obras de artes y el músico compone obras maestras, mientras que el contable confecciona y organiza la información de manera que su artesanía pueda ser admirada desde otro punto de vista. La organización, el análisis y el formato de los documentos que crea son un reflejo de belleza tras la mirada perdida de un contable frente a su computador. Esa recopilación y estructura de datos que luego forman parte de una sensual y armoniosa pieza contabilista, deja al descubierto la belleza de un reporte anual que a pesar de su cierre periódico perdura año tras año brindando al igual que las pinturas una mirada retrospectiva de lo que fue y no será. Dejándose morir, rindiéndose a su fecha de expiración para dar paso a otro año fiscal. Admiremos pues la innegable belleza de la labor de un profesional contable que utiliza su tiempo para crear arte de una manera poco convencional. Disfrutemos de esa preciosa información que se nos facilita luego de habérsele moldeado con reglas y formatos. Seamos testigos de lo importante que es la contabilidad y hasta qué punto nos es útil. Desde sus múltiples usos en el área de los negocios, hasta sus habilidades seductoras para con los inversionistas. Celebremos la contabilidad, que dentro del mundo de los negocios es el área donde se fabrica el arte que se viste de números y palabras.